Antonia Castaño de Vera nació en Salvatierra de los Barros un 8 de Septiembre de 1913, una fecha memorable para los extremeños, el día de la Virgen de Guadalupe Patrona de Extremadura, desde entonces ha llovido mucho y por consiguiente ha conocido muchos soles y muchas lunas; tiene un memoria prodigiosa y nos cuenta que ha conocido varios cambios políticos, ha vivido con las dos Repúblicas de España, conoció la fatídica Guerra civil, el gobierno franquista, la monarquía, etc.

Nosotros los de la Directiva de la Asociación Cultural “Amigos de Salvatierra”, al enterarnos de tan feliz acontecimiento, no quisimos pasar por alto el mismo y en la mañana del domingo día 8 nos personamos en su domicilio en la calle González Naharro; nos recibió su hijo José Antonio, el que actualmente la atiende puesto que  debido a su avanzada edad el menester de cuidarla está repartido durante el transcurso del año entre todos sus hijos.

Doña Antonia nos acogió en el salón comedor de su casa, la encontramos sentada en su sillón y después de intercambiar los saludos de rigor y felicitarla, entramos en conversación y poco a poco va desgranando sus recuerdos y nos dice que se levanta relativamente temprano sin necesidad de que le ayude nadie, va al servicio y se acicala ella sola, por cierto que la encontramos muy guapa.

Nos dice que está un poco sorda pero que no tiene ninguna clase de impedimento grave por razón de su edad, nos lo demuestra levantándose de su sillón con una agilidad sorprendente, dando unos gráciles pasos a través del salón.

Dice que ella lo ha pasado mal en aquellos años malos, puesto que desde muy joven tuvo que quedarse al cuidado de sus cinco hermanos, sus padres murieron siendo ella muy joven, su padre falleció antes de la guerra y su madre durante el transcurso de la misma, entonces tuvo que echarse una gran responsabilidad sobre sus espaldas, fue prácticamente la madre de sus hermanos.

Hasta hace poco ha leído los titulares de los periódicos y ha estado viendo la tele hasta el año pasado, ya no, porque le vista no le ayuda, no obstante se entera de las noticias a través de la radio. Le gusta salir a dar un paseo y cuando le toca estar con su hijo Julián le agrada mucho pasear por  el Atrio o sentarse en sus poyos y conversar con sus paisanos.

Tiene cuatro hijos todos varones, siete nietos y espera un biznieto para el mes de enero próximo.

Inmaculada Caro, Pepa Bermejo y el que esto escribe le entregamos en nombre de la Directiva de nuestra Asociación un ramo de flores junto con nuestro cariño y nuestros deseos de que cumpla muchos años más con esa salud de hierro que le acompaña. Ella nos correspondió invitándonos a una cerveza y una tapa, pero lo mejor de todo fue su amena conversación y el rato tan agradable que con ella pasamos.

En nombre de la Directiva y de todos los socios le deseamos a nuestra paisana Antonia que Dios y la Providencia le acompañen y continúe con esa fortaleza y ese ánimo; desde aquí le damos un cariñoso y fuerte abrazo.

Diego Guerrero Socorro

Presidente de la Asociación.