El veraneo que ha pasado este viajero en Salvatierra de los Barros, ha estado lleno de satisfacciones y de placidez, es este un lugar tranquilo y agradable, en este pueblo se crio, durante su estancia ha departido con los antiguos amigos y con los vecinos en general, ha paseado por sus calles y ha andado por sus vericuetos, ha recorrido sus campos, todo ello al poco oficio que tiene que desarrollar.

Dentro de su casa ha disfrutado de una temperatura privilegiada, en ella no se necesita aire acondicionado, y en el pueblo, la temperatura es excelente, gracias a que gozamos de un microclima sensacional, el ambiente más fresco lo notamos cuando bajamos las cuestas de La Parra, entonces se percibe una sensación más benigna en los rigores veraniegos, enseguida cambiamos de ambiente climático, muy diferente a los pueblos que vamos dejando atrás, aquí en Salvatierra hace por lo menos dos o tres grados menos de temperatura.

Esta sensación tan agradable se acentúa durante las mañanas en el Atrio de la Iglesia, donde nos reunimos los mayores para charlar y ver pasar tranquilamente el tiempo.

Hoy el viajero ha madrugado como es su costumbre, es un hábito muy arraigado en él, y en esta temprana mañana, provisto de su cámara fotográfica, ha captado esta bonita imagen en la que parece el Sol asomando su cresta por las sierras de La Parra para alumbrar y enviar sus cálidos rayos, mientras el pueblo se va desperezando a las almenas del Castillo que es el punto más alto del pueblo.

(25 de septiembre de 2014)