Aquí tenemos a otro de nuestros paisanos: ALFONSO BENITEZ CARO, conocido en todo el pueblo como Alfonso “Periquito”.
Actualmente tiene Alfonso 81 años de edad, su trabajo ha sido siempre el de las faenas del campo, realizándolo en sus pequeñas propiedades y a jornal, lo que le daba escasamente para mantenerse según su propia manifestación.
Durante los años cincuenta, lo mismo que hicieron otros vecinos de Salvatierra, fue arriero en Palma de Mallorca, estuvo de trabajando mozo con Manolo el de Bernardino, vendiendo cacharros durante cinco o seis meses.
Como este trabajo no daba para mucho, decidió marcharse en el año 1960 a Bilbao, allí trabajó en la construcción y en una fábrica de productos químicos. Alfonso también fuer de los que se unió al éxodo que emprendieron muchos extremeños, emigró a Europa en busca de otros horizontes, se acomodó en Francia, donde trabajó en diversos oficios, primero en el campo, luego, en una factoría envasadora de aguas minerales y, posteriormente en una fábrica de conservas de guisantes.
Se trasladó en el año 1968 a Suiza, donde permaneció hasta el año 1970, durante estos tres años estuvo dedicado al trabajo en una granja con más de 100 vacas, a las que atendía con otros 5 o 6 compañeros. Este trabajo lo dejaría, para pasar como empleado de una fábrica de fundición en Holanda, en la fundición permaneció entre los años 70 al 77.
Como podemos comprobar a pesar su aparente carácter apacible, tranquilo y bonachón, Alfonso ha sido muy activo, ha tenido redaños y no se ha amilanado buscando el pan donde haya hecho falta.
Terminada su estancia en Holanda, se vino al pueblo, para trabajar en el campo, y con este trabajo le vino la jubilación, ahora como él dice, vive una vida apacible, junto a sus paisanos con los que se reúne, charla y se entretiene mientras ve pasar el tiempo sentado en los bancos de la plaza.
Creemos que tiene merecimientos suficientes para incluirlo dentro del catálogo de “personas singulares” de Salvatierra de los Barros.