La foto que sacamos hoy a la luz ya tiene algunos años, corresponde a un paisano nuestro, la imagen fue tomada en cualquier ciudad de España a la que se trasladaban estos hombres desde el pueblo sin otro medio de locomoción que su asno y sus piernas para vender los cacharros que hacían los alfareros; salían del pueblo por San José y no regresaban a sus casas hasta mediados del mes de septiembre, poco antes del comienzo de las fiestas del Cristo.
Es la estampa clásica del “botijero” acompañado de su sempiterno compañero el burro el que sobre su lomo lleva unas angarillas repletas de diversas vasijas de barro, una imagen clásica muy común en todo el territorio español, su mera presencia bastaba para identificar a este hombre con Salvatierra de los Barros y Extremadura; los cacharreros fueron los embajadores de nuestro pueblo, hasta ellos se acercaban otros paisanos nuestros extremeños para saludarle e intercambiar durante un rato sus confidencias; también fueron un atractivo para los turistas que comenzaron a visitarnos a mediados del pasado siglo XX, estos salvaterreños con su ingenio a pesar de sus escasos conocimientos culturales aprendieron rudimentos de inglés, alemán o francés para poder entenderse con ellos y venderles su mercancía. Muchas fotografías trajeron los arrieros al pueblo en las que se les veía con los extranjeros que tenían vivo interés en aparecer con el asno, puede que estos animales resultaran escasos o poco comunes en sus respectivos países.
Nuestro joven y gallardo arriero sujeta al asno con su mano derecha mientras en la izquierda lleva un botijo o “porrón” como aquí le llamamos, debajo del mismo brazo también lleva una botella, en el suelo ha dejado una “maricona” mientras el fotógrafo le retrata.
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