El viajero publicaba en su rincón del ordenador el pasado 29 de mayo de 2014, lo siguiente:
“Mañana día 30, comenzará en nuestro pueblo Salvatierra de los Barros, la Feria Ibérica de la Alfarería y el Barro, que llevan a cabo de forma alternativa los alfareros del pueblo con los de Reguengos de Monsaraz (Portugal), a la que además concurren otros del resto del territorio español.
Ésta será la XX Edición, con la aclaración de que todos los años, se ha celebrado con gran profusión de visitantes y ventas de productos a pesar de las catastróficas circunstancias económicas.
Hoy el viajero, ha sacado esta fotografía de la dehesa extremeña, que en nuestro término tiene un gran protagonismo, aquí existen grandes bosques de encinas y alcornoques, debajo de estos árboles, se cría el cerdo ibérico, que es otra de las riquezas que tenemos y cuya explotación es también importante, como lo fuera en su tiempo la alfarería.
Algunos de nuestros seguidores pensará, qué tiene que ver la alfarería con la dehesa, pues mucho, de estas encinas y alcornoques, cuando se llevaba a cabo la tala o la poda periódica de los mismos con el objeto de sanearlos, se obtenía la leña y las taramas, que eran usadas por nuestros alfareros, con las que se cocían los cacharros que fabricaban, en los hornos que desde el siglo XVI hasta hace poco todos ellos utilizaban. Actualmente, estos hornos en su mayoría han dejado de ser útiles, los alfareros, cuecen sus cacharros en otros hornos más sofisticados accionados por electricidad o butano.
Queremos recordar hoy, con motivo de esta Feria a aquellos hombres, que con sus asnos o mulos transportaban la leña y las taramas para proveer a los alfareros y a sus hornos. Ellos también fueron parte fundamental en la alfarería”.