Aquí tenemos a otro de nuestros paisanos, y que hemos incluido en nuestro catálogo de “personas singulares” de Salvatierra de los Barros, se trata, GREGORIO PICÓN MURILLO.
Gregorio en la actualidad tiene 83 años de edad y la verdad es que no los representa, lleva los años muy bien, se cuida bien, circunstancia ésta que se puede apreciar en la foto que aparece en estas páginas.
Gregorio, como otros muchos salvaterreños, en sus años más jóvenes trabajó en Madrid de arriero, vendiendo los cacharros que aquí hacen los alfareros, aunque a decir verdad, fue poco el tiempo que dedicó a este menester, en su juventud, permaneció más tiempo trabajando en el transporte del carbón vegetal que en la arriería; el carbón por aquellas fechas, era muy demandado en las grandes ciudades para calefacción y sobre todo para las cocinas de restaurantes y hoteles.
El carbón se producía por aquí y era cargado en sacas de esparto en los camiones que llamábamos “La Chicharra”, propiedad de los cuñados Manolo Sanz y Fernando Castaño, que lo transportaban a las grandes ciudades, posteriormente trabajaría igualmente con el carbón con otro transportista del pueblo llamado Agustín Cano.
Dejó este trabajo y emigró a Madrid, donde realizó distintos trabajos y empleos, terminando su actividad laboral en la empresa de aire acondicionado “”Air West”, donde estuvo acomodado durante 25 años, allí se jubiló.
Se vino al pueblo y aquí vive, Gregorio, tiene un carácter muy afable, aunque algo serio, pero muy atento y educado, por sus dotes personales es otra “persona singular de Salvatierra de los Barros”.