El viajero se da cuenta de que en los pueblos pequeños como el nuestro de Salvatierra de los Barros, la población se incrementa durante el verano, la actividad se multiplica y el frecuente tránsito de las personas por las calles les da a éstas una alegría manifiesta, luego, una vez pasadas las fiestas del Cristo, los que fueron nuestros vecinos durante el verano, comienzan a retornar a sus lugares de origen como Barcelona, Madrid, Bilbao…, lugares a donde emigraron durante el éxodo de los años sesenta, en busca de otros horizontes, dada la precariedad económica que aquí se sufría, en esas ciudades han echado raíces y ahora nos visitan además de ellos sus hijos y nietos, la tierra les llama.

Hemos consultado algunos censos de población de Salvatierra para estudiar la evolución y aquí dejamos los datos: año 1900: 3.812 habitantes; 1910: 3.943; 1950: 4.006; 1970; 2.652; 1981: 1972; en este 2014 anda sobre los 1.700 habitantes y así está estabilizada la población desde hace años.

Aunque Salvatierra de los Barros siempre ha sido un pueblo emigrante, no fueron muchos los que salieron hace unas décadas a Alemania o a otros países de Europa, pero eso sí durante la primavera hasta el otoño, eran numerosas las cuadrillas de hombres que se ausentaban del pueblo y se repartían por toda España para vender los cacharros de barro que aquí se fabrican, un periodo de ausencia que duraba de 6 a 7 meses, fracasadas estas ventas no hubo más remedio que irse definitivamente, puesto que aquí, en el pueblo, las perspectivas no eran muy favorables.

En la foto dejamos un testimonio representativo de aquellos primeros emigrantes de Extremadura, que sin más equipaje que su maleta de cartón o madera, atada con una cuerda salían de casa para hacer un camino y llegar a un lugar incierto dejando esposa e hijos detrás.

(16 de octubre de 2014)