VENTA DE LIBROS EN LA FERIA DE LA ALFARERÍA Y EL BARRO

LOS FONDOS OBTENIDOS POR LA VENTA DE LOS LIBROS Y DE LAS REVISTAS IRÁN DESTINADOS AL «PROYECTO MECENAS».

Durante los días que dure la feria, y en el horario de apertura de la misma, la Asociación Cultural «Amigos de Salvatierra»  ha instalado en la Casa de Cultura un punto de venta de libros y revistas.

En dicho espacio pondremos a disposición de los visitantes los libros  “LA ALFARERÍA DE SALVATIERRA DE LOS BARROS: PASADO Y PRESENTE” de Blanca Bellido (nos tiene cedidos los derechos de venta); «MEMORIA DE SALVATIERRA DE LOS BARROS, IMÁGENES Y COSTUMBRES: 1890 – 1960» (de la Asocición Cultural «Amigos de Salvatierra), y  “EL SEÑORÍO DE SALVATIERRA EN LA BAJA EDAD MEDIA” de  Alfonso Domínguez; además de los distintos números de nuestra revista “El Atrio”.

Añadimos aquí la crónica periodística  que se publicó ayer  25/05/10 en el Periódico de Extremadura, edicción Almendralejo, escrita por Carmen Fernández, invitando a los lectores a visitar la Feria:
No hace falta desplazarse mucho para disfrutar de la belleza y sosegar con un pellizco de sabio ocio el espíritu, ese espíritu acaso agobiado por la economía y por las noticias de una política cuajada de turbulencias. Y si además, de manera añadida, con nuestro viaje apoyamos una tradición tan antigua, que es sustento de algunas familias de esta Tierra de Barros, sumamos un bien sobre otro bien. Salvatierra celebra el próximo fin de semana su feria de la alfarería; ¡qué maravilla! ese «pueblo de búcaros de rojo barro», como Carolina Coronado lo apodó, nos abre sus puertas, como siempre hace, y con ellas las de su naturaleza sorprendente, aún no agostada en los verdes merced a las extensas lluvias de este invierno. Todavía hoy, como en 1850, fecha de publicación de la novela Jarilla , podemos espaciar en Salvatierra nuestros pensamientos -tal recomendaba nuestra célebre paisana- mientras contemplamos «los deliciosos paisajes» desde lo alto del soberbio castillo; todavía hoy podemos deleitarnos entre los álamos, los olivos, las encinas, los huertos, que «pululan a su planta». Y verán allí, bajo esa misma planta del castillo, otro paisaje, el de los alfareros de torno y pedal, que no renuncian al amor al barro, por más tecnologías que les abrumen; esos artesanos hendidos en la esencia de la tierra, esos artesanos que saben cuán importante es vivificar la tradición y entregarla, en su caso, en forma de barril, de piche, de cántaro, de jarrón o de zarcillo de barro. Son útiles, adornos o caprichos exclusivos, decorados con femenino mimo, el de las mujeres de Salvatierra, que todos podemos permitirnos, incluso entre tanto recorte de gasto.
 http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=512197

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta