Otra vez se encuentra el viajero en la ermita del Santísimo Cristo de las Misericordias y aprovechando la ocasión se fija en la recia verja que separa el presbiterio del espacio dedicado a los fieles.

La reja es de hierro forjado muy consistente, con una pátina de color verde que la hermosea, en su parte superior ostenta una artística cruz también de hierro y en el travesaño central en la parte superior de la puerta que da acceso al altar mayor, podemos leer esta inscripción “DOÑA MARÍA LUISA SÁNCHEZ 1887”.

 El viajero curioso indaga y se entera de que Doña María Luisa Sánchez, era una gran devota del Santísimo Cristo como no podía ser menos; vivía en la Plaza del Pilar y gozaba de una posición económica desahogada. La acera que comienza en dicha Plaza con la casa que fuera la farmacia de Don Manuel Martínez y termina en la casa en la que residiera Jacinto Borrego y su familia, era de los padres de Doña Luisa, dicen que aquello fue un antiguo molino de aceites y vivienda anexa, esta familia gozaba de una posición económica desahogada y poseían extensos olivares en la carretera de Burguillos, luego la fortuna vino a menos. Aún tiene descendientes en el pueblo Doña María Luisa, concretamente la vecina María Rodríguez Cintas que reside en la mencionada Plaza del Pilar.

En los asientos de los libros de contabilidad en las cuentas justificativas del ejercicio de 1886-1887, figuran los gastos ocasionados por la colocación de la verja correspondiente a ladrillos, cal y otros materiales que ascienden a 45 reales.

Estos últimos datos han sido extraídos del libro editado por la Asociación Cultural “Amigos de Salvatierra” que lo tiene a la venta titulado: “CRISTO DE LAS MISERCORDIAS – APUNTES PARA LA HISTORIA 1866-1978”

23 de febrero de 2015