En la fotografía de hoy un racimo de moras, la imagen ha sido tomada en cualquier parte de nuestro término municipal, pues las zarzas como por aquí las llamamos, proliferan en abundancia, están sobre todo, en las paredes de los cercados, llegando en algunas ocasiones a entrecruzarse las de un lado y otro y llegar a taponar los caminos haciendo difícil el tránsito por los mismos, sobre todo cuando lo efectuamos a pie.

Dicen los salvaterreños, que está prohibido rozarlas o quemarlas con el fin de eliminarlas, como antes y de forma tradicional se solía hacer, comentan además que son normas encaminadas a que en los sitios recónditos entre estas zarzamoras se cobijan los pequeños animales, de esta forma la administración los protege.

Estas zarzas dan un fruto en racimos que llamamos moras, paseando por el campo, el viajero se ha dado cuenta de que son muchas las personas que recogen o simplemente comen este fruto morado que tiene un sabor particular y dulce, son sabrosas.

Con las moras, actualmente las amas de casa amantes, de la cocina moderna, preparan helados, yogures, etc., uno que es un poco antiguo, sólo sabía que además de comerlas en el campo, se hace un exquisito licor, que se consigue dejándolas en maceración en aguardiente, durante cierto tiempo, para luego transcurrido éste, colar el líquido, que se transforma en una bebida muy apetecible e indicada para la digestión, tiene ese sabor característico de las moras y es de gran aceptación.