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421.- PERSONAS SINGULARES DE SALVATIERRA DE LOS BARROS: ANDRÉS BORREGO LEAL, EL “SEÑÓ” ANDRES “BARCELONA”

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ANDRÉS BORREGO LEAL conocido también, entre nosotros, como el señó Andrés Barcelona, el que hace años se marchó de entre nosotros. Lo consideramos como una de las personas singulares de nuestro pueblo. En la foto le vemos junto a su esposa la señá Antonia que también nos dejó.

Siempre residió en el pueblo, nació en el año 1906 y falleció en 1988, a la edad de 82 años. Los de mi generación, le hemos conocido como industrial del ramo de tejidos y confecciones, con la particularidad, de que la venta de dichos géneros, la realizaba de forma ambulante por los pueblos de la periferia.

Salía muy de mañana, con una recua de asnos, todos los días sin excepción, aunque lloviera, hiciera frío, tronara o el calor fuera insoportable, siempre iba acompañado de un mozo o ayudante, que le auxiliaba en el montaje del puesto de venta, aunque fuera el señó Andrés el que llevaba la dirección de la venta.

Hemos conocido como mozo más antiguo (puede que tuviera otros con anterioridad) a Blas Pérez de Salvatierra, al “Negro” de Feria, Antonio Mulero y Antonio Rocha de Burguillos, Bruno el de la Morera, Alfredo de Valle de Santa Ana…, menos el primero, los demás eran a la vez los conductores de las furgonetas, que últimamente utilizaba para trasladarse cpon los artículos de venta.

En los años 50, era empresario del cinematógrafo del pueblo, junto con el señó José Antonio Bellido”. Por aquellos mismos años, en la Plaza de España, se hizo construir un bar al que le puso el nombre de “Barceló”, era este bar por aquellos entonces un establecimiento de aires modernos y muy avanzado para aquellos tiempos, aunque nunca lo legaría a regentar ni él, ni sus hijos.

Ayudo el señó Andrés Barcelona a mucha gente humilde, dándoles facilidades para que le pagaran el importe de las compras, lo hacía bajo el sistema de cobro a la dita, le veíamos recorriendo las calles de nuestro pueblo, con aquella libreta de cubiertas de cuero y gran volumen de hojas las que ponía y retiraba según la ocasión con un sistema de tornillos de hierro y cuyas hojas que sujetaba con unas palomillas.

Por su popularidad y otras circunstancias favorables, que adornaban a su persona, lo hemos catalogado como persona singular de Salvatierra de los Barros.