El comentario se hacía con motivo de la festividad de los Reyes Magos y decía así:

“Esta entrañable fotografía que hoy colgamos en este muro nos hace meditar profundamente sobre nuestros pequeños y mucho más en el día de hoy festividad de los Reyes Magos día en que los niños esperan anhelantes qué regalo les dejarán en sus casas los Magos de Oriente.

Viendo la fotografía del pequeño arriero recordamos que en aquellos años difíciles propiciados por las malas condiciones económicas algunos paisanos nuestros, niños aún, tuvieron que salir de Salvatierra de los Barros a ciudades lejanas a vender cacharros para ayudar a la maltrecha economía familiar, algunos de ellos estaban aún en esa edad crítica de esperar los regalos de los Magos que al principio nos referíamos.

Nos fijamos en el documento gráfico y vemos a nuestro pequeño arriero “cansaíno”, sabe Dios lo que habrá andado hasta llegar aquí, se ha sentado en la acera y se ha quedado dormido, su cabeza mientras descabeza el sueño reposa sobre sus rodillas, sus pequeñas manos mantienen el cabestro del asno. A su derecha, en el suelo, tiene expuestos diversos cacharros para llamar la atención del posible cliente. Su inseparable amigo el asno cargado con las angarillas repleta de cacharros espera pacientemente a que su pequeño dueño descanse un poco y despierte para después continuar el trabajo, regresar a la posada y descansar él también.

Dura vida la del arriero de Salvatierra de los Barros en aquellos tiempos difíciles y más para los niños, el arriero fue quien le dio voz a nuestro pueblo en toda España al que le tenemos que estar eternamente agradecidos, aunque aún las gentes de Salvatierra no hayamos reconocido su figura en la forma que se merece pues gracias a nosotros somos conocidos en todo el País”