Inicio » Salvatierra » Fotos comentadas » Fotos comentadas (300 – 399) » 311.- RINCONES DE SALVATIERRA DE LOS BARROS: LA PLAZA DEL ATRIO.

311.- RINCONES DE SALVATIERRA DE LOS BARROS: LA PLAZA DEL ATRIO.

311La fotografía que hemos sacado hoy pertenece al archivo de la Asociación Cultural “Amigos de Salvatierra”, el comentarista cree que debe salir a la luz para que sea conocida por todos puesto que así se hace la historia y nos servirá para conocer mejor a nuestro pueblo y conocernos nosotros.

Esta fotografía está cargada de años, en ella se nos muestra un rincón de la Plaza del Atrio de nuestro pueblo, Salvatierra de los Barros, una estampa que los que tenemos cierta edad recordamos perfectamente puesto que pertenecía a nuestros tiempos jóvenes.

Queremos indicar que el camión que se encuentra aparcado frente al comercio del señó Benito Fernández, es casi sin lugar a dudas el que tenía nuestro paisano Cándido Canuto que nos dejó no hace mucho tiempo.

Es significativo el empedrado de la Plaza del Atrio que apreciamos con ese brillo húmedo que le imprime la humedad del relente de la mañana, este empedrado fue sustituido en su día por una especie de aglomerado con ínfulas de representar un enlosado, pero nada de eso se consiguió, lo que sí se obtuvo, fue un piso feo, constantemente deteriorado resquebrajado y con baches y que se perdiera ese encanto de las rúas empedradas de los pueblos y que en muchos de ellos aún se conservan.

Al fondo podemos ver la antigua posá del señó Antonio, hoy con una fisonomía totalmente diferente, donde actualmente se encuentra el Bar Benítez, al que también los del pueblo nos referimos a él como “La Posá”.

La Posada fue carpintería en aquellos lejanos años, luego Patricio Benítez el abuelo de Pedro y Mari Leo lo convertiría en bar. En sus tiempos de posada era el lugar adonde acudían y se albergaban los trajinantes, los verduleros, los vendedores ambulantes como aquellos que nos traían las tripas y la pimienta en época de matanzas, también los lateros, algún que otro viajante… en fin, todas aquellas personas que venían desde fuera a prestarnos cualquier servicio público del que aquí carecíamos.

Son recuerdos del pasado. Añoranzas y nostalgias de otros tiempos, son cosas de nuestro pueblo que jamás volverán.

Comentarios

Deja una respuesta