UN BOTIJO DE CUATRO METROS

        Aunque nosotros ya nos hicimos eco de esta noticia y en su día colgamos las oportunas fotografías en la Galería de fotos de nuestra página web, relativas a la fabricación de un gran botijo por parte de los alfareros de nuestro pueblo todos ellos pertenecientes a la Asociación de Alfareros, hoy también nos hacemos eco de la noticia aparecida en el periódico regional «Hoy», de fecha ayer, en el artículo escrito por el corresponsal local Manuel Domínguez.

    Esta gran pieza será colocada a la entrada de la localidad como emblema y seña de la industria alfarera de la villa para que sea contemplada por todos aquellos que nos visiten, esperemos que ello sirva para darle un mayor auge y por consiguiente un mejor conocimiento de esta industria local y produzca los oportunos beneficios comerciales de los que tan necesitados hoy en día el comercio en general.

Este es el artículo:

SOCIEDAD

Un botijo de cuatro metros

La pieza estará situada a la entrada de Salvatierra de los Barros y promocionará su condición de pueblo de artesanos

01.02.12 – 00:04 –

MANUEL DOMÍNGUEZ | SALVATIERRA DE LOS BARROS.

Los alfareros de Salvatierra de los Barros tienen que orientar sus productos hacia caminos totalmente distintos a los tradicionales. Aquellas estupendas tinajas, ollas, cántaros, barriles o botijos de barro rojo salvaterreño, que todas las cocinas usaban antaño para las matanzas domiciliarias, la comida diaria u otros menesteres, han pasado al olvido al ser desplazados por el plástico, por el acero inoxidable y otros productos artificiales. El artesano del barro ha tenido necesidad de no fabricar piezas funcionales y prácticas y sustituirlas por otras más decorativas y ornamentales.

Está a la vista que este botijo de la fotografía, de cuatro metros de altura, es poco manejable para echar un trago a chorro de agua y saciar la sed. Imposible su manejo. Es probable que forme parte de un conjunto artístico monumental en la amplia rotonda vial a la entrada de este pueblo artesano. Aquellos viajeros que pasen por el lugar enseguida se darán cuenta que este núcleo urbano es un centro alfarero. Será la señal de identidad de los artesanos salvaterreños.

Curiosamente hay que señalar que en su elaboración han sido necesarios muchos kilos de hormigón, hierro, barro rojo del entorno y engobes. Será muy complicada su destrucción si se produce a base de golpes. Si cayera de su peana el día que luzca esplendoroso en su rotonda no sufriría grandes desperfectos. En su terminación estará cubierto por una capa de barniz hidrofugante que lo protegerá de las inclemencias meteorológicas y facilitará su limpieza cuando sea necesaria.

La idea ha sido de un grupo de dieciséis maestros alfareros que a través de un curso para confección de piezas de gran tamaño, patrocinado por la Federación de Artesanos de Extremadura, están aprendiendo las técnicas que les enseña el profesor Lorenzo Pérez Vinagre, de Mérida. Son tantas las jornadas de trabajo necesarias para su terminación que llevan más de dos meses trabajando en ello.

 


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